Vanidades

"Las imagenes radiográficas (cabezas humanas) pasan la barrera del cuerpo y de sus car nes llevandose la sombra de la realidad. Es lo que nos muestran: fantasmas que nos revelan algunos secretos."

¿Que sentimiento sórdido nos anima cuando caminamos por las bellas salas de los grandes museos enguatados y lamidos? Ya que la cuestión que nos preguntamos todos es la siguiente: "¿Donde estan ahora todos esos modelos sonrientes, sedimentados y embutidos en sus trajes pesados de terciopelo? ¿Todos esos vivientes, que son ahora que los miro? ¿Sombra, polvo? Pasado este instante cuando el pintor fijaba en un marco y para la eternidad el brillo de sus ojos, la fuerza de sus soplos vivos pero ya pudriéndose, hoy quiénes son?"

La universalidad de nuestros fantasmas sin edades aparece aquí en el marco de estos espejos blancos y negros. Todos ellos vienen para testimoniar de la lenta corrupción de las cosas, de la aparición como de la desaparición. Y de la reaparición. Ellos nos vuelven privados del maquillaje mentiroso de lo viviente ; nos vuelven resucitados encantadores, Cadáveres exquisitos.

A menos que se trate de fragmentos que ilustren la vacuidad de una existencia en presa a la fuerza paradójica y devoradora de los insectos…

Traducción según el texto original de Céline Cauchois

Créditos: Fotografías por © Andres Quilaguy